Homenaje a Ángel Vázquez en el Salón del Libro de Tánger

El Instituto Cervantes de Tánger rinde este año homenaje al tangerino Ángel Vázquez en el Salón Internacional del libro de Tánger con una exposición y una mesa redonda en la que estarán presentes el periodista Domingo Del Pino, el pintor José Hernández y el editor Antonio Reyes Ruiz, con motivo de la presentación del nº 10 de la revista Alfar-Ixbilia, dedicado al autor, en el que se publican 3 cuentos que reflejan la personalidad, el mundo interior y la vinculación de Vázquez con la ciudad y el mundo que nunca abandonó, Tánger.

Ángel Vázquez

Ángel Vázquez

Hijo de Álvaro Vázquez, de probable origen malagueño y de Mariquita Molina, popular en el Tánger de la época porque regentaba una sombrerería en la calle Siaghin. Parece ser que allí fue donde tanto ella como su hijo Ángel aprendieron la haquetía,  hablada entre los judíos de origen español en el norte de Marruecos, y que aparece en sus obras (en especial en La vida perra de Juanita Narboni).

Su padre, que al parecer era un hombre bastante violento, abandonó el seno familiar siendo él muy pequeño. Fue un niño tímido, solitario, e introvertido

Obligado por los problemas económicos, al tener que mantener a su familia, dejó  sus estudios en 1947 a causa de problemas económicos, después de haber estudiado en tres escuelas: italiana, francesa y española. A partir de entonces se convirtó en un autodidacta que devoraba los libros de todas las bibliotecas de Tánger. Aceptaba  cualquier trabajo por precario que fuera. Trabajó en la oficina de un hebreo húngaro emigrado de Europa; pasó un tiempo como vendedor en la Librarie des Colonnes, colaboró con el Diario España, que fue más tarde dirigido por Eduardo Haro Tecglen.

Fue amigo de Emilio Sanz (con quien compartió amistad hasta su fallecimiento), Paul Bowles y especialmente de la mujer de este, Jane, con la que compartió fiestas en su casa, acompañados de la más alta clase tangerina, en la que fue la mejor época de Tánger. Mientras residía en Tánger, acudía, en ocasiones, a las fiestas cosmopolitas de Barbara Hutton y David Herbert. En más de una ocasión compartió la barra de un bar con William Burroughs.

Angel Vázquez fue un hombre atormentado y el principal y más duro crítico de sí mismo, al que siempre le salvó el humor y la ironía que inyectaba a sus palabras. En una carta a su amigo Emilio Sanz de Soto, el propio Vázquez declara: «Yo también soy un corrompido. Sin fe en Dios, egoísta y sin ninguna confianza en mi mismo. Homosexual, alcohólico, drogado, cleptómano (…)»

Para conocerle más a fondo es muy interesante el siguiente programa de radio

La escritura fue para Vázquez su auténtica vida, el disfraz que le permitía dirigirse a sí mismo y recrear su propio mundo interior o como él mismo lo llamaba, «mis habitaciones privadas».

Su situación se agravó conforme se acercaba la independencia de Marruecos, que se impondría definitivamente en Tánger en el año 1959. Los problemas económicos y su adicción al alcohol le obligaron a abandonar su casa.

En 1962, cuanto contaba con 33 años,recibió el Premio Planeta (después del cambio del primer fallo del jurado) por Se enciende y se apaga una luz, su primera obra publicada. Todo el dinero que obtuvo con ella tuvo que invertirlo en pagar deudas.

seenciendeyseapagaunaluzAmbientada en el año 1958 en una ciudad costera de Marruecos, que podría ser Tánger, Cristina, la protagonista, una muchacha de 18 años, hija única,  vive con su familia en un lugar apartado de la ciudad conocido como “El Monte”. Su madre, católica practicante y convencida, con unos principios morales próximos a la época victoriana, trata de educarla inculcándole rígidas normas. Su padre, algo más liberal se sitúa en un plano más próximo a su hija, pero sus negocios sólo le permiten estar con ella breves momentos al día. Educada en ese ambiente cerrado, Cristina busca consciente o inconscientemente “encender una luz” que de algún sentido a su vida. Y la encenderá, aunque inmediatamente sepa que acaba de cometer un error, o al menos así lo entiende ella.

fiestaparaunamujersolaEn 1964 publica Fiesta para una mujer sola. Damián es un joven madrileño de 20 años recién llegado a la ciudad que lo único que quiere es que le dejen vivir su soledad. Nadie pasa por alto su belleza y magnetismo, y todos pululan a su alrededor -muy a su pesar- como para contagiarse de ese atractivo personal. Por eso, y sin saberlo también, el resto de personajes le reciben como un ansiado soplo de aire fresco en sus vidas. Como a alguien que les arranca de la monotonía en la que sus vidas planas permanecen caminando en espiral. Paula, la protagonista femenina, tiene 50 años, está casada -por conveniencia-, aburrida y siente que cuando echa la vista atrás no hay nada que merezca la pena. La muerte de su Tía Emilia y el encuentro con Damián son los dos únicos hechos que remueven sus entrañas. De hecho, su trayectoria vital también será circular. Paula Carosio es, sin duda, un personaje redondo, enigmático, contradictorio y, sobre todo, muy humano, que sobrevive a base de ‘hacerse obsequios’. A base de fiestas. Por eso se siente así. Como en una fiesta para ella sola.

En 1965, tras la muerte de su abuela y de su madre, su única familia, ambas dependientes de él enfermas y con problemas de salud mental, decide abandonar Tánger e instalarse en España. Recala en distintos lugares para terminar instalándose en Madrid, donde encuentra a muchos de sus amigos tangerinos como Pilar y Eduardo Haro Tecglen, Emilio Sanz de Soto y Antonio Sánchez. Angel vuelve, entonces, a vagar por diversos empleos precarios, deambula por diversas pensiones y no deja de visitar bares de mala muerte.

En 1976 ve la luz su tercera novela, La vida perra de Juanita Narboni. Es seleccionada en el año 77 para el Premio de la Crítica pero la cosa no va más allá. Después la novela queda enterrada.

La+vida+perra Esta será su novela más conocida,  es un extenso monólogo-soliloquio en el que Juanita Narboni, una solterona tangerina que se expresa en tangerino y en yaquetía, nos cuenta la historia de su vida en Tánger. A través de la voz de Juanita asistimos también a la decadencia de una forma de vivir, en otro tiempo gloriosa y única, la tangerina, que en 1976 prácticamente había desaparecido. El propio Vázquez hace algunas aclaraciones en una nota introductoria, quiere que su novela sirva como testimonio de esa forma de vida y para ello utiliza tres referentes: el universo femenino de Juanita, el lenguaje tangerino y la propia ciudad de Tánger. El lenguaje, al ser la forma de expresión de Juanita, pasa a tener, así, la categoría de verdadero protagonista del relato. Según Vázquez su intención no ha sido otra que la de restituir, en lo posible, el lenguaje de unos determinados habitantes de Tánger, de ese Tánger que fue tierra de nadie y de todos y al que la fuerza de la Historia está devolviendo, en esos momentos, a sus orígenes. De todas las lenguas que se usaron allí, a excepción del árabe, a todas dominó un castellano popular alimentado, particularmente, por los hebreos sefarditas, y que hoy, todavía, sigue vivo. Ciñéndonos a Marruecos, esa particular forma de expresarse, sobre todo en las clases más populares, se conoce con el nombre de yaquetía. La vida perra de Juanita Narboni se constituye, en este sentido, en un importante documento, al ser la única obra literaria que recoge, con mayor o menor fidelidad, el habla de aquellos judíos casi perdida en la actualidad.

Ángel Vázquez muere en Madrid víctima de un ataque al corazón el 25 de febrero de 1980, a los 50 años de edad, tras vivir la última etapa de su vida muy deteriorado por su adicción alcohol. El día antes de morir quemó dos novelas que había sido incapaz de terminar.  José Manuel Lara costearía los gastos de su entierro, en nombre de la editorial Planeta, y fue considerado entonces como «el último escritor maldito de España».

Novelas

Cuentos

  • Bárbara y los cisnes
  • El pájaro multicolor
  • La hora del té
  • El cuarto de los niños
  • Oliva
  • Reuma
  • El hombre que se enamoró de Bette Davis
  • Un pequeño esfuerzo
  • Julio Ramis, el pintor escondido
  • Los inocentes del invernadero
  • Las viejas películas traen mala pata

ADATACIoNES CINEMATOGRÁFICAS

Aún con el reto que supone realizar un film, prácticamente con un único personaje, la novela La vida perra de Juanita Narboni ha sido llevada 2 veces a la gran pantalla.

db_28129Vida/Perra (1982) Javier Aguirre.

El director español Javier Aguirre es un caso especial en la historia del cine. Dirigió más de 40 películas comerciales. En 1973 crea el término Anticine para denominar un género especial de cortometrajes que experimental principalmente con el tiempo y el espacio.   Vida perra es el primer largo del Anticine de Aguirre. Su mujer, Esperanza Roy, es la protagonista de esta pieza de arte visual. Es una adaptación extremadamente fiel en el texto a la novela de Ángel Vázquez La vida perra de Juanita Narboni. La esforzada interpretación de Esperanza Roy es su máximo aliciente. Aquí puede verse un fragmento de 8 minutos de la película.

vidaperrafaridaLa vida perra de Juanita Narboni, con guión de Gerardo Bellod, se rodó en Tánger en el verano de 2004. De producción hispano-marroquí, fue dirigida por Farida Benlyazid (Tánger, 1948)  con otro tangerino, Jose Luis Alcaine, como director de fotografía y producida por Zap Producciones y Tingitania Films. En el reparto figuran: como protagonista la malagueña Mariola Fuentes espectacular en el papel de Juanita Narboni; Chete Lera, encarna a su padre; Lou Doillon, interpreta a su hermana Helena, y Salima Ben Moumen, la criada y confidente de Juanita que acaba siendo su única familia.

«La novela es como un testigo de Tánger, por eso desde que Ángel Vázquez me la regaló, hace ya casi treinta años, y la leí en el Talgo en un viaje que hice desde Madrid a París, donde estudiaba cine, supe que quería contar la historia (…) A través de Juanita, Tánger funciona como un espejo. A su juventud corresponde una ciudad de fiestas y bailes, con todo el oropel de su edad de oro. A su vejez, una ciudad abandonada, olvidada, que se alimenta sólo del recuerdo», explica Farida Benlyazid.

Hace unos meses el Instituto Cervantes de Casablanca también rindió homenaje a Ángel Vázquez, con la presencia de Juan Goytisolo y Antonio Reyes. Aquí podéis ver un vídeo del evento.

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